Breve historia de una fotograía...

Corría el mes de marzo del año de 2008. Estaba por entrar a la Feria de Libro del Palacio de Mineria... un día antes había hecho una pequeña lista de los textos que iba a comprar. Entre la idea de textos literarios, filosóficos y comics entre a un Restaurant-bar que ofrecía un desayuno bufett bastante cordial y apetecible. Una vez alimentado el cuerpo me disponía a ir por el alimento del espíritu... en la salida de dicho establecimiento coincidia con el vestíbulo de un hotel. Las rejas porfirianas de color verde eran testigo de la conversación entre dos personas que por lo abultado de sus maletas se podía observar que estaban por alojarse en dicho mesón. Los observe... uno de los rostros me era sumamente conocido... por no decir familiar. ¡No podía creerlo! A este artista del nuevo cine nacional le tengo una especial admiración por todo su trabajo. Lo que pueda yo decir de él, se queda corto.
Me dirijí a él atentamente con estas palabras:
- ¿Me puede regalar una foto?
Mirando las bolsas de su chamarra y su mochila a la par de estar esbozando una sonrisa me contestó
- ¡No tengo!
Obviamente la estructura de mi pregunta merecía una respuesta como esa.
Insistiendo yo de vergüenza por medio de mis gestos accedió amablemente a tomarse una fotografía conmigo.
Ese día no sólo alimente mi cuerpo y el espíritu... también mi ego. Y aprendí a cómo pedir una instantánea compartida a Damián Alcazar.