Días van y vienen. La celebración de eso que llaman año nuevo no deja de tener su lado inocente si se reflexiona desde la historia y del lado antropológico-social.
En los países regidos por el calendario gregoriano, la celebración de Año Nuevo se festeja el 1 de enero, fecha que es considerada festiva en la mayoría de éstos.
Tradicionalmente, el calendario romano comenzaba el primer día del mes de marzo. Sin embargo, era en el mes de enero (el undécimo mes) cuando los cónsules de la Antigua Roma asumían el gobierno. Julio César, en el año 47 a. C., modificó el sistema creando el calendario Juliano, que con algunas modificaciones realizadas en tiempos del cónsul Marco Antonio en 44 a. C., el emperador Augusto César en 8 a. C. y finalmente por el papa Gregorio XIII en 1582, se utiliza hasta hoy. En éste el año comienza el día 1 de enero. Posteriormente, el calendario gregoriano mantuvo la costumbre y la celebración se caracterizó con un significado religioso durante la Edad Media y los siglos posteriores.
Con la expansión de la cultura occidental al resto del mundo durante el siglo XX, el 1 de enero se convirtió en una fecha de carácter universal, incluso en países con sus propias celebraciones de Año Nuevo.
En la cultura de Hispanoamérica existe una gran variedad de tradiciones y supersticiones para estas fechas, como forma de augurios para el año entrante. El descorchar una botella de champán a las 0:00 del 1 de enero aún se mantiene como todo un símbolo de celebración del Año Nuevo. Las doce uvas se convirtió también en una celebración de Año Nuevo.
La fiesta de Año Nuevo está íntimamente relacionada con la celebración de Nochebuena, Navidad y Hannukah. Debido a la cercanía entre todas estas fiestas es que en gran parte del mundo se considera a la última semana del año como inicio del período de vacaciones, ya sea de invierno (en el Hemisferio Norte) o de verano (en el Hemisferio Sur).
Según la tradición judeo-cristiana, el 1 de enero coincide con la circuncisión de Cristo -al octavo día de su nacimiento-, cuando recibe el nombre de Jesús (según el Evangelio de Lucas 2.21).
Fríamente esta fecha se ha convertido en una celebración tal vez monotona y superflua -no digo que todos lo hagan-. Pretexto para relajar la tensión del trabajo anual... Es un día más... y como tal no sólo este día se puede reflexionar en cuanto a metas, logros y fracasos durante este año trascurrido. Cada mañana y cada atardecer es suficiente para sentirnos vivos y ver que hacemos y que hemos dejado de hacer con esto que llamamos existencia.
FELICES FIESTAS... según su calendario.
Bendición y celebración - Ella
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*Bendición y celebración*
Hoy bendigo y celebro a la vida
con todos sus matices
y con todos sus colores;
con todos sus misterios
y con todas sus pasion...
Hace 10 años
2 Rechiflas o aplausos:
Te dejo un abrazo muy fuerte, celebres como celebres el año nuevo, ¿vale?.
Besos muchos.
ah! también al Rudo, siempre se me olvida, sorry.
Besos Rudo.
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