Hace dos días compartiendo el pan y la sal con la Malquerida recordé una vivencia de eso que algunos románticos han denominado como "amor a primera vista"; y fue precisamente en el mismo lugar donde estabamos comiendo: La casa de los azulejos. Lugar ya con su historia propia y ahora con un significado particular... y es que yo decidí que así fuese. Esto hace más de diez años.
Degustaba una sopa de tortilla con una amiga que estudiaba en la UNAM y mientras charlabamos de nuestras vidas, apareció...
El amor se manifestó por medio de una mirada y de un poema. Fue fugaz e intenso, pero no por eso menos válido si hubiese durado cien años.
Nos vimos; la conversación sólo fue con los ojos... y el cortejo final fue con un poema escrito en una servilleta ahí mismo.
Antes de salir del lugar, con algo de miedo propio del amor y del rechazo fuí a entregarle el poema en sus propias manos. En ese instante del inexorable tiempo fue que intercambiamos las únicas palabras de ese amor:
- Señorita, he aquí las palabras que inspiró sus ojos y su manera de verme. Sin saberlo... me herí yo sólo de muerte.
Con algo de timidez tomó la servilleta doblada y con un débil brillo de sus ojos lograron salir dos palabras:
- Muchas gracias.
Me dí la vuelta y mientras mi acompañante pagaba la cuenta me negué a voltear hacia donde sabía estaba el poema en las manos de un par de ojos en los cuales me había visto reflejado hace unos segundos. Me sugirieron volteara a ver... decidí que no, y salí del restauratte. ¿Fue miedo? No. Sólo que preferí inmortalizar ese momento como tal...
Siempre hay algo al final del camino...
...quizá no quise ver lo que es, probablemente no debí estar ahí.
Bendición y celebración - Ella
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*Bendición y celebración*
Hoy bendigo y celebro a la vida
con todos sus matices
y con todos sus colores;
con todos sus misterios
y con todas sus pasion...
Hace 10 años
4 Rechiflas o aplausos:
Hola:
Muy romantico, pero, pero, pero, me pregunto porque llegar tan lejos para despues sentir miedo???, debiste terminar lo que empezaste.
Besos de la Bruja Bonita*
Yo creo que debiste hablarle y como dijiste entonces tal vez no hubiésemos estado ahí nosotros, el destino hubiese sido otro.
Ah! que grata comida.
Abrazo Víctor.
Bruja Bonita:
De antemano gracias por pasar y molestarte en leer.
¿Lejos para quién?
¿Miedo?... creéme que es lo último que tengo. Yo decidí que así fuese... y fue por una razón: Yo quería quedarme con esa vivencia como tal. Sólo eso. Y así quedó, no me arrepiento ni una pizca. Y si así inició, así lo terminé.
Gracias por sus pocimas linda brujita.
Malquerida:
Aún conservo la calidez de su compañía. Gracias por los chocolates.
Esas son postales de la vida.
Supongo que deben seer conservadas como tal.
Palomita pa Victor.
Buen blog.
Saludos enormes.
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